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Papá estaba muy enojado
Autor: Pastor Héctor Spaccarotella

Algunos dicen que la violencia familiar la incita la familia misma, pero eso es ver el asunto de una manera superficial. La violencia nace en el corazón. Está adentro de uno como lo estaba en el corazón de Caín, y sólo necesita una muy pequeña provocación para estallar.
Decimos que es culpa de la mujer, o de los hijos, o del jefe o de otro, pero no lo es. Procede del corazón herido y confundido que vierte su frustración sobre los que están más cerca. Cuando el tronco está malo, todo el árbol lo está.
Cuando el corazón vive en amargura, la persona no puede o no sabe o no aprendió a canalizar sus sentimientos de un modo saludable.
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